El Movimiento vecinal por la regularización de las casas de la playa de El Palo despierta con más fuerza que nunca

Desde que comenzó la inquietud de todos los vecinos de las casas de la playa de El Palo, Pedregalejo, Las Acacias, Playa Virginia y La Araña, por la amenaza de derribo que se planteó tras el PGOU de 2008, la asociación de vecinos Rebalaje, tras una asamblea multitudinaria con vecinos afectados de El Palo, junto a otras asociaciones de la zona, iniciamos una lucha por tratar de solucionar el problema.

Con la modificación de la Ley de Costas de 2013 parecía que llegaba la solución definitiva y que por fin se iban a legalizar las casas de la playa, cuando un recurso del PSOE de esa ley paralizó la situación hasta que se pronunciara el Tribunal Constitucional (TC).

La sentencia del TC de 2015 determinó que se permite por ley desafectar edificaciones construidas prácticamente sobre la playa de diversos núcleos de población, entre ellos El Palo y Pedregalejo, al considerar que son zonas urbanas consolidadas y estar así desde antes de la aprobación de la Ley de Costas de 1988. Esta excepción permitiría que las propiedades puedan ser escrituradas, al quedar fuera del dominio marítimo-terrestre. En el caso de El Palo y Pedregalejo la propiedad de las viviendas pasarían de forma permanente a sus propietarios, eliminando la incertidumbre que pesaba sobre estos vecinos. Con esa sentencia parece que la solución definitiva está cerca.

En 2017, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, del Ministerio de Medio Ambiente, dio luz verde al expediente de deslinde del dominio público marítimo- terrestre para la zona de Pedregalejo con lo que sus moradores pueden respirar tranquilos al alcanzar una total seguridad urbanística para sus propiedades, que ya pueden inscribir sin problemas en el Registro de la Propiedad. 

Pasaron 4 años más (6 años de la sentencia del TC) y los vecinos y vecinas de las casas en la playa de El Palo y de La Araña seguían esperando. El proceso para regularizar su situación lleva años parado. 

Todos los grupos municipales apoyaron en febrero de 2020 una moción del PP en la que se acuerda instar al Gobierno central a que proceda, «a la mayor brevedad», a aprobar una orden conjunta de los Ministerios para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y de Hacienda, prevista en la disposición adicional séptima de la Ley 2/2013, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de Costas, ultimando la tramitación iniciada en noviembre de 2015. Sin embargo, todavía no se ha hecho nada.

Tras más de 14 años de lucha por su derecho a que se regularicen sus casas construidas mucho antes de que se aprobara la Ley de Costas, después de un buen número de actuaciones de lucha por conseguirlo (asamblea multitudinaria, recogida de firmas, manifestaciones, numerosos escritos en prensa, varias reuniones con responsables de costas, reuniones con diputados de todos los partidos políticos, intervención en el pleno municipal, etc.), al ver los inexistentes avances conseguidos, parecía que el movimiento vecinal entraba en un periodo de hibernación.

Unos años más tarde, después de la celebración de una asamblea convocada por la asociación de vecinos Zona Popular, el 19 de abril, la lucha vecinal ha resurgido con más fuerza que nunca.

El éxito de la manifestación celebrada el 4 de mayo y las posteriores reuniones asamblearias favorecieron la mayor implicación y organización del movimiento: se crearon equipos de elaboración de pancartas para colgar en las casas de la playa, se organizó un grupo de personas que todos los martes y jueves se concentran silenciosamente delante de Subdelegación del Gobierno y de Demarcación de Costas, diversos medios de comunicación (prensa, radio y televisión) se hicieron eco de la movilización, hasta un júa representó en la fiesta de la Noche de San Juan este movimiento. 

En la última asamblea vecinal, tras comprobar que las concentraciones semanales frente a Subdelegación de Gobierno y Demarcación de Costas no han servido para avanzar en la solución y que los organismos pertinentes no les han respondido, se acordó aumentar la presión ciudadana mediante una concentración mensual, más masiva, convocada por la Asociación de vecinos Rebalaje, delante de Demarcación de Costas, con megafonía y orquesta de ruido (silbatos, cacerolas, etc.), no descartando otras medidas más contundentes, si estas concentraciones no dan el resultado previsto. La primera de ellas tendrá lugar el jueves 26 de septiembre, de 11 a 12 h.

Esta unión y perseverancia conseguido está generando la sensación de que esta vez sí que puede lograrse.

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